El principio del grabado por láser consiste en enfocar un rayo láser de alta potencia sobre la superficie del material a grabar, y el material se calentará o vaporizará instantáneamente tras absorber la alta energía del láser, creando así una hendidura o incluso un corte en la trayectoria de trabajo del rayo láser.
Tubo láser
El beamo está equipado con un láser de CO2 de 30W, donde el gas de CO2 está sellado dentro de un tubo de vidrio y cuando se aplica el voltaje a ambos extremos del tubo láser, el gas se excita produciendo un láser invisible con una longitud de onda de 10,6 μm. Cuando la luz se emite desde el extremo del tubo láser, es un haz paralelo de unos 5 mm de diámetro. Debido a la pequeña divergencia, el haz paralelo puede transmitirse dentro de la máquina con poca pérdida de energía.
Espejo reflectante
Hay tres espejos reflectantes en el interior de la máquina, el primer espejo es fijo, mientras que el segundo y el tercer espejo pueden ser impulsados por el motor para girar con el fin de dirigir el rayo láser a cualquier posición en la mesa de trabajo. El segundo espejo se moverá hacia delante y hacia atrás, que es para controlar la posición del eje Y, mientras que el tercer espejo se mueve a la izquierda y a la derecha para controlar el eje X.
Lente de enfoque
Después de la tercera reflexión, el rayo láser se dirigirá a la superficie del material de grabado. Para lograr una mayor densidad de energía, una lente de enfoque de cristal dentro del cabezal del láser enfocará el haz paralelo de unos 5 mm de diámetro a unos 0,2 mm de diámetro. Si el rayo láser se enfoca correctamente en la superficie del material, la energía es suficiente para quemar instantáneamente materiales no metálicos como la madera, el acrílico o los materiales metálicos después del anodizado, o el acero inoxidable después del procesamiento específico por pulverización.
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